martes, 15 de diciembre de 2015

Nada es para siempre.

Hoy no me siento nada bien, han pasado cosas tan extrañas en los últimos días que es como si estuviera sedada, ya nada puede impresionarme, sólo cierro los ojos  y desearía tener un control remoto para rebobinar todo. Trato de entonces pensar en cosas positivas, pero a veces la mente es tan hija de puta que te muestra lo peor, y quiere sufrir, tiene más atención por las canciones tristes que por las alegres, nada está a mi favor… Así que me siento a escribir, usaré el dolor que siento para ayudar. Si de casualidad estás leyendo esto y estás pasando por un momento difícil, continúa, no te detengas este texto tal vez es para ti porque quiero que sepas algo: no estás solo. En algún lugar del mundo hay otras personas en la misma situación, y por misma situación me refiero a que ellos también se sienten tristes, decepcionados con todo lo que les rodea, no pueden confiar en otras personas pues temen ser lastimados… El mundo en este momento es un lugar vacío, oscuro, lleno de espinas en cada rincón, que cuando crees que has encontrado paz te das cuenta que una astilla está clavada en ti, pero ya no sangras, porque te has quedado sin sangre, sólo respiras y sigues caminando sin dirección alguna. No te diré que todo estará bien porque, la verdad, el problema seguirá ahí, no desaparecerá de un día para otro, el único ser que puede parar el dolor eres tú, tú decides que tanto te dolerá y qué tanto se encajará el aguijón en tu cuerpo. Recordar los días antes de sentirte mierda es inevitable, yo incluso sueño con ellos, busco el botón de reset y no se encuentra en ningún lado. Quisiera volver al lugar donde cantaba como loca mientras subía el volumen a mis nuevas bocinas, wow… esa sí que era una grandiosa felicidad, ¿es tan difícil volver? Y no, no me siento triste por perder algo, o a alguien, mi problema es que estoy dejando que todo esto me afecte tanto, ¡por favor! Yo puedo con esto y más, he deseado hasta mi muerte, ahorita me siento en la gloria a cómo eran las cosas hace tres, cuatro años… ¿Sabes? Eso me recuerda a que ya he sobrevivido a la tristeza profunda, al sentimiento de no querer levantarme de la cama, al deseo de cerrar los ojos y nunca despertar. ME SIENTO TRISTE, Y QUISIERA GRITARLO, porque no tiene nada de malo, es algo que nos recuerda que somos humanos, es un día pésimo ¿y qué? TODOS LOS TENEMOS, todos en algún momento pasamos por problemas, todos en algún momento creemos que es el fin del mundo, pero no es así, todo es temporal, así como la felicidad que se fue, no duró, pues tampoco la melancolía durará. Y cuando todo esto acabe, te prometo que ya no habrá penas, las espinas las habrás sacado y las heridas habrán cerrado, observarás tus cicatrices, pero ¿adivina qué? ERES UN/A GUERRERA/O ¡LO LOGRASTE! Y continuarás siendo fuerte, valorarás más la felicidad y estarás llena/o de aprendizajes, te reirás del pasado, y ayudarás a otras personas a superar esa situación por la cual tú también pasaste. No, no tiene nada de malo estar triste, lo que sí, es no haber aprendido de cada detalle y lección, porque entonces el sufrimiento habrá sido en vano. No dejes que sea en vano, lucha, sé fuerte, esto no será eterno, pero tampoco fácil.