La chica espera con ansias salir
del colegio, revisa sus notificaciones cada cinco minutos por algún mensaje de
él. Cuando es tiempo de irse, sale casi corriendo de allí, y en menos de veinte
minutos ya está en casa. Sus pensamientos se basan en el conjunto de ropa que
usará, a ella le gusta sorprenderlo, y es tan precavida con sus decisiones
respecto a su vestimenta, que se lo prueba una y otra vez para comparar que se
le ve mejor. Opta por un pantalón de mezclilla negro, con una blusa negra
amarrada de tal forma que deja su abdomen al descubierto, y encima una camisa
que era de él, le queda grande pero luce excelente. Ella se prepara, está tan
concentrada en el delineado de sus ojos que cuando se detiene la canción que a todo
volumen estaba, se escuchan dos golpes fuertes en la puerta. Es él. Y así es como comienza un
día más. Ella trata de disfrutar el momento a cada segundo, él no lo sabe pero
a veces ella suele detener un poco su mente para reflexionar cuando él está
presente que eso de verdad está pasando, que siempre soñó con tener a alguien
como él a su lado, y ahora lo tiene. No
quiere arruinar nada, no quiere convertirse en la novia loca, ella solo quiere
disfrutar su amor, el amor que se transmiten. Cuando ellos están juntos emanan
un aire diferente al de los demás, todos lo notan, no es una pareja común, se
complementan de una forma extraña, ellos saben divertirse, ellos saben
disfrutar, ellos saben pasar el tiempo, ellos nunca se aburren juntos, ellos
son el uno para el otro. El día ha concluido, ambos tienen que regresar a casa,
pero él, como todo un caballero, no la deja sola y la acompaña. Es tan
protector, la cuida más que a su vida. En el camión se van compartiendo los audífonos,
él decide reproducir “I don’t want to miss a thing” de Aerosmith, ella comienza a
mover los labios como si estuviera cantando la canción, él solo la observa con
esos ojos, esos ojos que cualquier tonto puede descifrar que está profundamente
enamorado de ella. Cuando llega el coro de la canción los dos “cantan” juntos,
en el verso “and I don't want to miss a thing...”
se agarran al mismo tiempo del rostro, y se besan, un beso con la música de
fondo perfecta, no hay forma de describir ese toque de labios, es algo que sólo
ellos comprenden, es algo que sólo ellos sienten, y dudo que alguien más pueda
sentirlo de esa forma, porque sus almas fundidas son una mezcla de otra clase
de sentimientos que el hombre aún no ha descubierto, ellos si quieren pueden
dominar el mundo, es simplemente un amor correspondido de la forma más bella.
miércoles, 17 de diciembre de 2014
sábado, 6 de diciembre de 2014
Me sentí infinita.
Se encontraban esperando el autobús en la esquina correspondiente, ella lo mira a los ojos y le dice: te amo. Él se queda callado. – ¿Me amas? –Le pregunta ella –El chico niega con la cabeza – ¿es más que eso? –vuelve a negarlo. La chica retrocede desorientada, no es lo que suele responder en ese tipo de casos. Él le pega una mirada profunda, y le responde: no te voy a decir “te amo” a menos que lo demuestre. Ella desesperada le toma de las manos, –entonces ahora dime que me amas –y lo miró como si su mundo se fuera a derrumbar si él no le respondía. –No voy a hacer lo que los demás hacen –Ella entonces tomó su mano derecha y la colocó en su corazón. Ahora dime que me amas –dijo –No voy a hacer lo que los demás hacen. Enseguida, con lágrimas en los ojos, la chica lo abraza, se para de puntas, toca con su nariz el rostro del chico muy tiernamente y le implora: respóndeme “yo también te amo princesa”. Él la abraza suavemente, y también con agua salada corriendo por sus mejillas le responde “yo también te amo princesa.” Tras el gesto desesperante de la chica, él la agarra suavemente de su rostro dulce y fija sus ojos en los de ella –te voy a demostrar como nadie jamás te ha demostrado que te amo, para que estés segura. –Creo en ti, y jamás nadie me ha hecho sentir segura de que me ama, solo tú. Se abrazan, los faros que emiten una luz naranja es lo único que ilumina la escena, unas luces más fuertes impactan en sus cuerpos, es hora de irse, ella no quiere, quisiera quedarse ahí y disfrutar esos detalles eternamente, porque sabe que el momento que está pasando no cualquiera lo ha llegado a sentir, inclusive hay gente que muere sin saberlo. Se siente afortunada, enamorada, y tal como lo describe el libro “Las Ventajas de Ser Invisible” por primera vez se sintió infinita.
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